Una lectora nos pidió que escribiéramos sobre la lista Rodríguez Torres y sobre el 12F-14 visto tres meses después. Eludimos lo primero porque refiere la misma y penosa versión, aumentada y sin corregir, del capítulo de una supuesta y permanente conspiración que requiere este régimen para fabricar y magnificar polos de y para la confrontación.
Pero lo segundo se relaciona con la organización indispensable para que el colectivo-pueblo deje de acumular derrotas. Y hoy, a tres meses del 12F, hay más claridad sobre la condición asesina de esta revolución.
¿Era indispensable ir a la "Salida ya", a sabiendas del poder y capacidad represiva y asesina de este régimen? Reiteramos una vez más que si no se alcanza una nueva organización para una nueva historia-política, seguiremos en la tragedia que tiene en la acumulación de muertos su máxima expresión. En esa dirección van estas reflexiones.
1.- No podemos seguir dando espacio y atención a los focos de distracción que monta esta llamada revolución –tipo diálogo o golpe- para impedir el avance de una lucha por el derrocamiento de la dictadura socialista a partir de la organización consciente de la fuerza social.
2.- ¿Y cómo superar esa barrera? ¿Qué se requiere, a nivel colectivo e individual, para cambiar esta realidad determinada hoy por la llamada revolución bolivariana y socialista del siglo XXI?
3.- Muchas veces se nos pregunta: Entonces profesor ¿qué hacemos? Desde hace una década hemos mantenido que esta "indestructible revolución" no puede ser enfrentada por la política de los arreglos, la complicidad y acuerdos que conocemos.
4.- La realidad de hoy es resultante y continuación de la situación creada, impulsada y mantenida por las mismas fuerzas y políticas que hoy ejercen lo que se denomina oposición.
5.- Y forjar una nueva realidad implica enfrentar la expresión política del pasado y el presente, la burla MUD-régimen, que en el fondo son la misma cosa.
6.- Y mientras esto no ocurra no se estará en vías de superar el monstruo llamado revolución, o lo que es igual: un régimen militar-civil que cuenta con el apoyo tácito de sus oposiciones.
7.- Por tanto, se impone debatir sobre los pasos a dar para crear una historia diferente a la padecida hasta hoy. Sugerimos, por tanto, que esta labor la asuman sólo los interesados en organizar el descontento y la fuerza del colectivo-pueblo, como arma de lucha indispensable para enfrentar pacífica pero decididamente esta revolución hasta lograr la derrota de su miseria y capacidad de destrucción humano-material-espiritual.
8.- La primera condición es el auto convencimiento y convicción de que se asume la condición de actor de la historia de estos duros tiempos para dejar atrás la vieja relación entre ciudadanos- sociedad y políticos.
9.- A este respecto, es indispensable apartarse de la politiquería de la burla, la manipulación, complicidad y negociaciones que ha prevalecido hasta hoy, para impulsar una verdadera participación que se ponga al margen de la representación convertida en pretexto para constituir las permanentes cúpulas de la burocracia y la perversión.
10.-La organización del colectivo-pueblo debe partir de la convicción de que los cambios históricos no se alcanzan a través de la acción de los héroes-caudillos-libertadores sino con la participación organizada y consciente de la fuerza popular en Movimiento de Movimientos (MdM).
11.- La organización del colectivo-pueblo en MdM es contraria a las individualidades que llegan a adquirir condición de todopoderosas. La acción y el liderazgo deben apartarse de lo burocrático-vertical para dar paso al colectivo-horizontal. Se cierra así el ciclo de la dependencia de lo mágico y divino y se da ingreso a lo real-colectivo que actúa como un todo bajo la guía del propio liderazgo horizontal-colectivo que se ha forjado.
12.- Esta organización reclama la disposición del ciudadano a actuar y sentir como colectivo partiendo de una concepción de la historia diferente a la que hasta este momento ha regido su vida. El "motor de la historia" deja de ser la expresión de un hombre como individualidad o caudillo todopoderoso, para pasar a ser el colectivo creador como participante dispuesto a alcanzar la trascendencia.
13.- Por ello es indispensable que el colectivo asuma la condición de verdadero agente de la historia y que haga conciencia de su fuerza creciente e insuperable. Esto significa que por encima de la voluntad y participación colectiva no puede haber poder alguno.
14.- Esta organización puede partir de la propia iniciativa de uno o más miembros de una localidad que se deciden a actuar para alcanzar objetivos que apunten hacia otros destinos. En forma organizada, planificada y con la vista puesta en el futuro el colectivo se enrumba por las sendas de un nuevo acontecer que en el fondo lleva el germen de una nueva historia.
15.- Los MdM deben tener como norma la constitución de equipos manejables en el sentido de no requerir una infraestructura inalcanzable. Preferible la multiplicación de grupos antes que su no acción por carecer de espacios para planificar su labor.
16.- Establecido el equipo, este MdM pasa a ser uno más de muchos, de ciento o miles que entrarán en contacto para estudiar y considerar la situación actual del país y su propio proceso de formación y desarrollo.
17.- Y es a partir de ese intercambio entre múltiples unidades, que se procederá a la planificación de acciones destinadas a incidir en la realidad actual. El colectivo entra en la ejecución de sus propias decisiones. Ni espera órdenes ni impone conductas a seguir. Actúa simplemente en los términos de la amplitud que confiere la auténtica democracia.
18.- Cada MdM es autónomo e independiente y de igual rango. La organización interna la deciden sus miembros y por encima de esa unidad no hay poder de mando alguno, ni figura vertical dispuesta para bajar la línea político- ideológica.
19.- MdM debe ser la expresión de un espacio en el cual conviven, en términos democráticos, las diferentes concepciones de la filosofía, la historia y la política. Debe regir el respeto a la forma de pensar del otro, a la diferencia en el pensamiento, con miras a la unidad de acción para alcanzar el objetivo deseable: la toma del poder de y para el ejercicio de la democracia.
20.- En cada caso los MdM deberán responder a preguntas como estas: ¿Qué estamos haciendo por superar la situación que nos conduce al más terrible hundimiento? ¿Estamos dando el máximo aporte para la lucha contra esta revolución?
21.- La totalidad de MdM puede y tiene que asumir la red de redes como posibilidad de comunicación inmediata. El mensaje de una unidad podrá ser trasmitido a todas de manera rápida. Es así como entran en debate múltiples posiciones que deben ser estudiadas y consideradas por un organismo decidido por el propio colectivo para cumplir con la labor de síntesis y definir lo que es la decisión u orientación de la mayoría.
22.- El MdM no puede caer ni la trampa-fraude electoral ni en la violencia destructora y asesina. Y con el logro de ese deslinde indispensable, ya estaríamos ante una nueva ciudadanía y un nuevo y verdadero actor de la historia.
23.- Este es un esbozo muy resumido del MdM expuesto en muchas otras ocasiones. Por lo pronto quedamos en espera de críticas, observaciones o preguntas que puedan contribuir a fortalecer o a desechar el planteamiento. Si esto no se produce consideraremos prudente olvidar el asunto al menos por un buen tiempo. Y en este caso aspiramos que no se nos vuelva a preguntar: ¿Profesor y usted qué propone?
24.- Quién quiera seguir la vía del fraude-trampa electoral o la violencia, que no se detenga. Aspiramos que el MdM pueda apuntar hacia la Constituyente de calle sin CNE, TSJ ni diálogo perverso, cómplice y criminal. ¡Qué historia amigos!
@ablancomunoz
abm333@gmail.com
¿Cómo combatir la burla MUD-régimen?
Agustín Blanco Muñoz
El Universal. Caracas, 9 de mayo de 2014