Veremos cómo enfoco la columna de hoy para que no se sienta como un ataque artero contra la MUD, que desempeñó un extraordinario rol en el pasado.
Traeremos a colación las comprometedoras declaraciones de la subsecretaria de Estado, Roberta Jacobson, en las que claramente compromete a la Mesa de la Unidad Democrática. Según la representante estadounidense, integrantes de la MUD han abogado para evitar sanciones contra los funcionarios del Gobierno venezolano involucrados en violaciones a los Derechos Humanos y en hechos de corrupción, sanciones que afectarían bienes de fortuna que los susodichos tienen en EE UU.
No dudo de que eso sea verdad. Allá, en Estados Unidos, los funcionarios declaran bajo fe de juramento, no es como aquí. Es en verdad algo serio.
Pues bien, debido a la insistencia de algunos senadores, la subsecretaria Roberta tuvo que aclarar ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos que la oposición venezolana no solicitó al gobierno estadounidense abstenerse de sancionar a funcionarios venezolanos -y de hecho, dijo que algunos voceros lo habían aconsejado-. Pues bien, los venezolanos tenemos la obligación moral de exigirle a la señora Roberta que nos diga el nombre de esas personas que interceden por los bandidos que han empobrecido el país y contribuido a desangrar (literalmente) a los que han muerto marchando y protestando por un país mejor.
Diálogo con alcahuetería
Los que piden no sancionar a los corruptos, argumentan su alcahuetería explicando que supuestamente ese tipo de medida entorpecería el diálogo que en estos momentos se da en Venezuela. ¡Farsantes! Aquí en Venezuela todos sabemos que ese diálogo solo le ha servido al régimen para lavarse la cara y colocarse frente al mundo como un gobierno conciliador que busca la paz entre sus “hermanos” venezolanos, cuando la realidad es que su misión consiste en exterminar a quienes pensamos diferente. ¿Es que acaso ese diálogo ha disminuido la represión, los asesinatos, los encarcelamientos, la inseguridad, la escasez, la inflación, los incendios en las universidades o las persecuciones a los que expresamos nuestra disconformidad? Esas declaraciones de la señora Roberta lo que ponen de manifiesto es lo que muchos sospechaban y algunos decíamos: que dentro de la MUD hay personas que juegan pegado con Maduro, como antes lo hacían con Chávez. Que se entienda bien, no son todos, pero allí hay facinerosos con enchufes “enteipados” para disimular sus conexiones.
No pretendo desacreditar a la Mesa de la Unidad Democrática, pero sí es urgente su inmediata depuración.
Es contra los ladrones
Amigos: ninguna persona sensata del sector democrático venezolano promovería acciones contra nuestro país. Que se entienda bien. Los efectos de dichas acciones deben recaer sobre los corruptos venezolanos cuyas cuentas bancarias o bienes en el exterior han sido abultados gracias a sus actos de corrupción y narcotráfico, que han consentido, ejecutado o promovido acciones contra los Derechos Humanos. Contra esa cáfila de bandidos es que pedimos sanciones. No contra el país, pues sancionar a Venezuela le serviría de excusa a Maduro y a sus compinches para presentarse ante la comunidad internacional como víctimas del imperio yanqui. Como lo han venido haciendo los Castro por más de medio siglo.
La ignorancia es osada
Considerada la revelación de Roberta, no nos queda sino observar las reacciones ridículas de los criollos. Mientras algunos voceros opositores, de manera correcta y lógica le salieron al paso a Roberta exigiéndole nombres y apellidos de los que abogan por los enchufados del régimen, desde las filas del oficialismo -léase bien oficialistas- como la Fiscal General de la República, anuncian posibles acciones contra el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, y en tal sentido afirman que solicitarán ante la Asamblea Nacional acciones similares contra funcionarios de EE UU que hayan promovido sanciones a los corruptos venezolanos.
Más ridícula no puede ser la amenaza de la fiscal. ¡Por Dios!, no me imagino al senador republicano Marco Rubio temblando de nerviosismo porque le revoquen la visa venezolana (si es que la tiene) o le congelen una cuenta en bolívares en algunos de los “muy sólidos” bancos de Venezuela -que dudo tenga-, o que le expropien un local, apartamento, casa o finca en la segura y pujante Venezuela. Ciertamente cada día cobra más vigencia aquel dicho: ¡La ignorancia es osada!
Semillas libertarias
Más que demostrado: el pueblo en la calle es lo que más afecta a este régimen que se tambalea y monta ollas contra quienes salen a protestar.
Maduro y sus esbirros son campeones en sembrarle a los muchachos que protestan y construyen campamentos de la libertad cualquier objeto que piensen ellos los pueda incriminar, como por ejemplo: bombas molotov, miguelitos, balas, cohetones, para no mencionar droga o divisas extranjeras. La Guardia Nacional Bolivariana es exageradamente combatiente contra el pueblo que alza una bandera, una pancarta o suena un pito; en ese terreno no pierde una batalla, cuando se enfrenta a las carpas estudiantiles repletas de estudiantes con ideales libertarios a todo gañote gritan “terreno recuperado”, pero su cobardía es monumental cuando huyen con el rabo entre las piernas a la hora de enfrentarse a bandas delictivas, a los narcotraficantes o la guerrilla.
Ellos no están para defender la patria, sino para garantizar las dádivas o loas del régimen, por eso traicioneramente prefieren “pelear o combatir” a los estudiantes que dejan el pellejo por una Venezuela de oportunidades, que enfrentarse a los verdaderos delincuentes. ¡Qué equivocados están! Nuestros muchachos son la semilla que pronto germinará en libertad. Ni el veneno lacrimógeno ni las sucias botas de la opresión o las charreteras verde oliva podrán exterminar una siembra, más temprano que tarde Venezuela cosechará sus frutos libertarios.
La muerte y el desgobierno
Es un secreto a voces que el régimen asesina para producir ingobernabilidad. Están conscientes de que todas las encuestas apuntan a un querer nacional de la salida. Nadie aguanta esta situación.
Desde esta trinchera mi mensaje es el mismo: el de la resistencia y a no morder el peine de la violencia. Amigos, no hay mayor demostración de la no violencia que el desconocimiento de órdenes, leyes o sentencias manifiestamente contrarias a los Derechos Humanos.
He hablado con muchísimas personas. Chavistas, maduristas, indiferentes y desde luego opositoras, y hoy con propiedad les puedo asegurar que aquellos que antes quizá no veían claro el panorama, hoy observan otra realidad, aunque no descifren hacia dónde vamos. Ayer alguien me dijo: ¡Cuidado Pablo con la transición, no vaya a ser que el que la encabece sea Diosdado!
Pero lo que si les puedo decir y que ni tirios ni troyanos obvian es en reconocer o presentir una conspiración en marcha desde diversos puntos desde las mismas filas del régimen. No es de todos contra todos, nada de eso. Todos coinciden en que se trata de una unidad de criterios de todos pero contra Maduro.
No dudan al señalar que hay un ala radical fascista liderada por Diosdado, del que aseguran es el promotor de las muertes y de los actos violentos desestabilizadores.
Mientras que por otro de los sectores conspiradores está José Vicente, que apunta hacia su figura como el virtual líder en un eventual entendimiento. Me late que ese es el gallo de algunos “enchufados enteipados”
El chavismo puro defiende a medias a Maduro, y al igual que los cubanos al verlo defenestrado se desentenderán y negociarán con el más fuerte. Y la fortaleza si y solo si se demostrará en la calle, no solo con los cañones sino con el pueblo que a la hora de un llamado llene las calles de Venezuela. ¡En ese momento veremos hacia dónde apuntarán los cañones!
Hoy debemos reconocer, mirando por el retrovisor, que si Nicolás Maduro hubiese sido inteligente (parece mucho pedir), la salida era haber hecho un llamado a un gobierno de integración nacional. Por qué no decirlo: de transición. Pero ya le pasó el tiempo, por incapaz. Es una lástima porque hubiese evitado todas las muertes que han ocurrido. En cambio hoy no nos queda otro camino sino el de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que el camino a la transición sea lo menos traumático posible. Nos acercamos a nuevos escenarios.
La delación de Roberta
Pablo Aure
El Carabobeño. Valencia, 12 de mayo de 2014