Los días 22 y 23 de mayo se realizo en Puerto Ayora, Islas Galápagos, Ecuador, el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de UNASUR, con bombos, platillos, tortugas y mucha langosta se “celebró” el sexto aniversario de la organización, sin embargo, los comunicados oficiales y las declaraciones emitidas dan cuenta de una institución que aparece en solo las crisis y para demostrarnos su incoherencia.
UNASUR tomó un inusitado protagonismo en Venezuela a raíz de la invitación que el gobierno le formulara con la intención de que avalaran su actuación frente a las protestas. El primer comunicado oficial de fecha 16 de febrero de 2014, http://www.unasursg.org/inicio/centro-de-noticias/archivo-de-noticias/comunicado-de-la-uni%C3%B3n-de-naciones-suramericanas-sobre-la-situaci%C3%B3n-en-la-rep%C3%BAblica-bolivariana-de-venezuela muy diplomático para el gusto de la Casa Amarilla, fue maliciosamente alterado en las páginas oficiales como Telesur y VTV, pues exhortando al dialogo no le daba el espaldarazo que el gabinete demandada. Allí la primera contradicción, pues mientras éste trataba de acercar a las partes, el Canciller de Ecuador, declaraba que las protestas buscaban derrocar a un gobierno legítimo, omitiendo las graves violaciones de DD.HH que apenas comenzaban.
Avanzaba el mes y ante el aumento de la protesta y la represión el 12 de marzo en Quito, los Cancilleres de UNASUR mediante RESOLUCIÓN N°/2014, acuerdan entre otros asuntos: “2.- Designar, a solicitud del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, una comisión integrada por Ministros de Relaciones Exteriores de Unasur, para que en su nombre acompañe y asesore, en un diálogo político, amplio y constructivo, orientado a recuperar la convivencia pacífica en Venezuela, considerando la Conferencia Nacional de Paz instalada.”
El gobierno apostó que con la llegada de UNASUR, finalizaría rápidamente la “campaña internacional” en su contra, pues al escuchar la versión oficial, los cancilleres despacharían con otro Comunicado el asunto y las bombas lacrimógenas, los heridos, la tortura, la represión, la censura a los medios de comunicación, persecución a los líderes políticos, prisión de estudiantes y dirigentes como Leopoldo López, Enzo Scarano y Daniel Ceballos, y el desafuero a la diputada María Corina Machado serían ignorados.
Pero las contradicciones apenas comenzaban, mientras la Canciller Colombiana declaraba en Asunción el 25 de marzo, “los cancilleres puedan dialogar con las distintas fuerzas políticas y sociales, entre las que mencionó la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y los estudiantes”. El Canciller Ecuatoriano, en la misma reunión expresaba “los enviados de la Unasur deberán “seguir, por supuesto, los lineamientos del gobierno de Venezuela”. “Nosotros no podemos ir allá a hacer lo que nos da la gana, a meternos en cualquier sitio a conversar con quien sea, no podemos hacer eso porque estamos atendiendo un pedido de Venezuela”.
En este clima de confrontación en las calles de Venezuela y de pulso diplomático entre Bogotá y Quito, finalmente se incorpora la Nunciatura a pedido de la MUD y gana el pulso la Cancillería Colombiana quien defendiendo a estudiantes, ONG`S y Parlamentarios, frente al silencio que pretendía imponerles el Canciller de Suriname y el propio régimen abrió una ventana que el gobierno debió aprovechar, para reducir la conflictividad, bajar la protesta y mostrar el tan ansiado gesto que la gente le reclamaba. Lo demás, es historia.
Aquí UNASUR entra en barrena, pues ante la inacción del gobierno y la urgente necesidad de no perder su liderazgo regional ante el avance del Congreso de los Estados Unidos y las eventuales sanciones individuales a los funcionarios que están involucrados en las violaciones de DD.HH, emite un Comunicado el viernes 16 de mayo realmente lamentable, cito “4. Subrayan que la imposición de sanciones podría polarizar aún más el escenario político y constituiría un obstáculo al proceso de acompañamiento iniciado por UNASUR, el cual ha tenido el mérito de iniciar una generación de confianza y ha contribuido a disminuir la violencia”.
Sin duda que quienes redactan los comunicados de UNASUR están más cercanos a Ecuador y la Habana que a otras cancillerías, 243 estudiantes habían sido detenidos en los campamentos incluyendo líderes de las principales universidades y solo una semana después 105 estudiantes y menores de edad eran capturados en una manifestación pacífica en la ciudad de Caracas. La pregunta es ¿disminuyó la violencia, donde?
Por último, UNASUR pone la lápida a su incoherencia, en la declaración emitida en Galápagos, por un lado condena y rechaza las sanciones que eventualmente el gobierno de Estados Unidos pueda aplicar a funcionarios del gobierno de Venezuela, ratificando su comunicado del 16 de mayo por considerarlas injerencistas, pero por otro lado, ratifica la importancia del sistema interamericano de protección de DD.HH, del Pacto de San José de Costa Rica, a cuya jurisdicción Venezuela se sustrajo. Es decir, a los violadores de DD.HH después de más de 3.000 detenciones, 42 fallecidos, mas de 80 casos de torturas documentados, de acuerdo a lo expresado por UNASUR, no se les puede sancionar, pues se “obstaculiza el dialogo”.
Siendo coherentes con los principios que dicen defender y que ratificaron el 22 y 23 de mayo, a propósito de su aniversario, cada país de UNASUR debería de inmediato aplicar sanciones a esos funcionarios y exigirle a Venezuela que juzgue a los responsables, que acate los fallos y que además se someta a la jurisdicción de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, so pena de quedar excluida del organismo.
Pero lamentablemente, la complicidad internacional se impone. Es preferible sentarse con los verdugos mientras nuestros estudiantes y líderes languidecen en las cárceles, y mientras los barriles lleguen, así sea en menor cuantía, el silencio suma. Algunos siguen apostando a UNASUR. Quienes siempre miramos con escepticismo su creación y su actuación en la crisis y ahora el desgaste que para muchas Cancillerías significó apostarlo todo a un paz negociada, hoy comprobamos que todo este teatro, se cobró unos cuantos tickets anoche. Como lo decía el Gabo esto no es más que la crónica de una muerta anunciada.
UNASUR: Crónica de una muerte anunciada
María Teresa Belandria
RUNRUNes. Caracas, 26 de mayo de 2014