Es difícil escribir de un piloto de carreras adscrito al gobierno y poseedor de un millonario automóvil Formula 1. No me pregunten por qué, pero Pdvsa, es quien lo paga. Son millones de dólares los que percibe nuestro humilde Pastor, quien, hasta donde yo sé, es un chocador internacional. A donde va, choca. Ese muchacho es chocante, al volante quiero decir, y ha logrado estrellarse en Australia, Mónaco, China y hasta en Caracas.
¿Recuerdan el show que armó el gobierno en el paseo Los Próceres? Invitaron a todos los caraqueños para ver al afamado corredor y su flamante auto. En un camión, ante miles de personas, llegó el automóvil rojo, lleno de calcomanías alusivas a la petrolera venezolana.
La guardia y la policía formaron un anillo de seguridad para que el público no se acercara demasiado. Desde un parlante, un atormentador locutor, repetía: “Este tipo de espectáculos era exclusivo de los ricos, hoy, el gobierno revolucionario, lo trae gratis al pueblo. ¡Esto solo es posible en socialismo!”.
El campeón llegó rodeado de guardaespaldas y de asistentes con llamativos uniformes donde, por todos lados, se leía Pdvsa. El extraño y millonario héroe, saludó a la multitud. Se puso su casco. Hizo rugir su potente motor, y entre vítores y aplausos, arrancó.
Mujeres de franelas rojas con la mirada de Chávez dibujada en el pecho, lloraban histéricas. Hasta yo tenía ganas de llorar, pero no me dio tiempo porque el carro no recorrió ni 100 metros y, como siempre, chocó.
—Nuestro campeón ha tenido un pequeño percance –anunció el perifoneador.
No tengo nada personal contra Maldonado, pero es insólito que cada vez que él agarra un carro, lo choca. ¿No será mejor que Misión Vivienda le regale una casa? Esa sí es difícil de chocar.
Soy un compatriota cooperante, por eso haré una denuncia muy grave: Pastor es un agente a quien la CIA le paga para escoñetar el carro de Pdvsa y conducirla a la quiebra. Hace más daño al patrimonio que los mendigos del Alba y Caricom juntos.
Lo peor, según mis fuentes, es que se está preparando algo grande y muy malo, ya que Maldonado convenció a Nicolás Maduro de conducir el carro presidencial. Hago responsable a la ultraderechabachaquerafascista de lo que pueda ocurrirle a nuestro querido líder.
Según los gringos, de concretarse lo anterior, Pastor Maldonado será la única esperanza que tenemos para salir de esta locura.
Qué ironía, nuestro Pastor es una amenaza y una esperanza a la vez.
Claudio Nazoa
Pastor Maldonado, una esperanza
El Nacional. Caracas, 1 de junio de 2015