El presidente Nicolás Maduro tiene razón. La “pelea del siglo” desilusionó. Después de tantos anuncios y amenazas, la audiencia esperaba un “revolcón”. O un “sacudón”. O, quizás, una “ofensiva estremecedora”. Pero nada. Aquello fue más pobre que un aumento de 30%. Lo único que faltó fue que Mayweather le dijera a Pacquiao: “le tiendo mi mano”.
La televisión socialista, que difunde a diario de forma gratuita el combate contra el Imperio y la especulación, también distribuyó de manera equitativa entre todos los venezolanos la señal de la refriega. ¿Cuánto habrán costado los derechos de retrasmisión?, preguntará un aguafiestas. ¡Qué importa! En la revolución, la violencia es gratis, aunque usted tenga que pay per view un paquete de pañales o un kilo de pollo regulado.
El capitalismo fue el rey de la velada boxística. Las imágenes del cuadrilátero se intercalaban con las postales de la “Ciudad del Pecado”, llena de torres y vallas que no saben de racionamientos eléctricos. El único Jesse cerca del cuadrilátero era el reverendo Jackson. Tves y Telearagua llevaron a los hijos de Chávez adonde nunca llegarán con el noqueado cupo Cadivi. Antes de iniciar el choque, en Las Vegas cantaron el himno de México y el de Estados Unidos. Nadie entonó el patria, patria, patria querida.
El grupo que acompaña a Mayweather se llama “The Money Team”, que en español se traduce como El Equipo Boliburgués. De hecho, es famosa la foto del púgil norteamericano acostado en una cama con varios fajos de dólares, todos adquiridos a 6,30. Floyd es afrodescendiente, pero no cree en el mercado negro.
Durante toda la “pelea del siglo”, abundaron los “golpes de derecha” y más bien hubo escasos izquierdazos. El resultado no estuvo exento de polémica, pero los entendidos ya habían advertido que Pacquiao estaba como la MUD: tenía que ganar por KO, pues no tenía chance con los jueces.
En su análisis posterior, el presidente Maduro destacó que los pugilistas “se ganaron los reales ahí, sin mucho esfuerzo”. Decir eso es un poco injusto. Hay gente que ha cobrado más dinero en Venezuela por una simple “asesoría oral”. Al final, Mayweather mantuvo el invicto y se alzó con 200 millones de dólares por 12 asaltos en Las Vegas. A diferencia de los enchufados, que cargaron con 25 mil millones por un asalto a Cadiv
Pedro Pablo Peñaloza
El chanchullo del siglo
El estímulo. Caracas, 8 de abril de 2015