Durante varios días se vivió un verdadero frenesí. Se escribieron cartas para Obama, a favor y en contra de sus medidas. Hubo Presidentes y Organizaciones que apoyaron a Maduro, mientras que expresidentes y otras organizaciones apoyaron -¡por fin!- a la oposición. En Estados Unidos los Republicanos criticaron la debilidad de Obama frente a los Castro mientras que en el resto del mundo le alabaron su valentía al terminar con una política fracasada. Se pensaba que la Cumbre de Panamá iba a ser un acontecimiento histórico. "El verdadero final de la Guerra Fría", según comentaba un entusiasmado periodista.
Llegó la Cumbre y Obama logró la ansiada foto que le permitirá pasar a la historia: un apretón de manos con un viejo y decadente dictador. Aparte de eso la prensa mundial destacó fundamentalmente detalles bastante lamentables: los golpes propinados por esbirros castristas a unos ancianos demócratas cubanos y el increíble y aun inexplicable detalle cómico de Maduro y sus dobles.
¿Y ahora? ¿Hay algún país del mundo que esté en mejores condiciones gracias a las conclusiones (no escritas) de la muy onerosa reunión? La represión sigue, igual o peor en Cuba y los Castro están ahora totalmente legitimados a nivel mundial. Los presidentes, en ejercicio del poder, siguen escurriendo el bulto cuando se les pregunta sobre el fin de la democracia en Venezuela. Maduro decidió cobrarle a todos los venezolanos el alto costo de haber transportado centenares de partidarios para que lo apoyasen en las calles de Panamá. Muchas personas, que sintieron alguna dosis de esperanza antes de tan calificada reunión de altísimos mandatarios, ahora se sienten más abandonados que nunca, tanto en Cuba como en Venezuela. Terminó Panamá y ya se comienza a preparar la próxima Cumbre. Asistirán Raúl Castro y un nuevo Presidente de EEUU.
Maruja Tarre
Se acabó la Cumbre
El Universal. Caracas, 17 de abril de 2015