La gran noticia del régimen es que el mercado está inundado de uno de los juguetes icono del imperio: la Barbie. No importa que no haya leche, ni pañales para niños y adultos, que no se consiga café ni azúcar y mucho menos medicinas... No importa que perdamos horas que podrían ser productivas en colas para adquirir "lo que hay" y no lo que realmente se necesita... eso no importa, lo sustantivo para los revolucionarios es que tenemos barbies a montón. Circo y más circo.
Mientras tanto, por fin se comienza a decir las verdades sobre el proceso electoral que se avecina. En El Nacional del pasado 9 de noviembre en un excelente trabajo de Álex Vásquez, nos trae esta perla: "Antes de la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE) del 2009, la forma de modificar las circunscripciones estaba delineada, de manera que no podía beneficiar a ninguna opción. Pero la Ley —que aprobó el oficialismo sin oposición en la Asamblea Nacional— permite que las circunscripciones puedan ser orientadas para favorecer a una opción". Es decir, amigo lector, "puede que analicen la realidad electoral, y en un circuito en el que el régimen pierde por 5%, le agreguen parte de la población de otro espacio en el que son fuertes y ganan. Es un RIESGO, pero lo sensato es que se mantengan”, ha dicho uno de los representantes ante el CNE de la oposición.
El presidente del Comité de Postulaciones, Francisco Bello, agrega otras verdades: "El Comité de Postulaciones no decide los rectores del CNE, nosotros calificamos o descalificamos a los aspirantes pero la última palabra la tiene la Asamblea Nacional en sesión plenaria […]. Hay falsas expectativas en relación a la elección de las autoridades del CNE".
¿Por qué es que los venezolanos tenemos que ir a comicios en tales circunstancias?
La separación de poderes, la alternabilidad, el respeto a la legalidad son características primordiales de la democracia. ¿Las hay? El voto es una condición necesaria aunque no suficiente para que un sistema político sea democrático. En Cuba se vota y ¿es democrática? Aquí mismo, en las pasadas elecciones parlamentarias no se respetó la voluntad de la mayoría ya que logrando la oposición el 51,88% de los votos obtuvo 67 diputados y el oficialismo con el 48,12% se le adjudicaron 98 diputados. Con más, menos; con menos, más. Argucias del régimen que si no gana arrebata ¿Es esto democracia?
Votar es elegir, escoger y con tanta agua que ha pasado por debajo del puente una se pregunta: ¿elegimos o legalizamos dictadura? Por cierto, quién va a cuidar los centros electores y el traslado de votos, ¿la FANB revolucionaria? La reflexión es necesaria.
Nitu Pérez
¿Votar y legalizar?
Diario Las Américas. Miami, 12 de noviembre de 2014