En estos días me llegó otra foto, ésta tomada en el Supermercado Los Andes de Hoyo de la Puerta. Un llamativo empaque de plástico con marca “Zobeida la muñequera” y el sello de “Hecho en socialismo”. Si uno se fija, en letras amarillas sobre el dibujo del empaque está escrito que se trata de “caraotas negras”. Pero ¡oh, sorpresa! No son caraotas negras… ¡es azúcar blanca!
Seguimos leyendo: escrito sobre fondo rojo, un sello nos dice que se trata de un “producto empaquetado por el Gobierno Bolivariano de Venezuela, Ministerio para el Poder Popular de Agricultura y Tierras”. Ahí empieza a aclararse el panorama: si unos funcionarios no pueden notar la diferencia entre caraotas negras y azúcar refinado, ¿cómo van a poder mandar un país?
Nuevamente las especulaciones: mandaron los paquetes de las caraotas para el azúcar y los del azúcar para las caraotas y nadie se dio cuenta. O quizás se robaron los paquetes y los están usando a espaldas del gobierno para revender azúcar. O se trata de otro tremendo guiso de funcionarios rojos rojitos. ¿Cuál es la versión correcta? Otro caso que el gobierno debería investigar y dar respuestas.
Si tuviera que apostar, diría que esto pasará, como todo, por debajo de la mesa. Incluso habrá quienes digan “eso es lo de menos que han hecho”. Quienes dicen eso no piensan que “lo de más” comenzó siendo un “lo de menos”.
Y mientras tanto, nosotros, los ciudadanos de a pie, seguimos entre paquetes y guisos y entre guisos y paquetes, encomendándonos a la corte celestial para ver si interceden y obren el milagro de ponerle fin a este bochinche.
Carolina Jaimes Branger
Entre paquetes y guisos
El estímulo. Caracas, 20 de noviembre de 2014