El “diálogo” con una “oposición útil” le ha servido al gobierno para
desactivar las guarimbas y las protestas aplicando el terrorismo de Estado. En
efecto, ha logrado reducirlas, pero esa represión y la sistemática violación de
los derechos humanos le echan más leña al fuego para que no se apague, sobre
todo cuando pronto regresen las protestas con mucha más virulencia por la
inflación, el desabastecimiento y el suicida aumento de gasolina por el que
tanto clama el ministro Ramírez.
Allí sí es verdad que el temido “Caracazo”, con su onda expansiva hacia el
resto del país, tendrá efectos determinantes. Por ahora, el gobierno ha ganado
tiempo gracias a esa oposición que “de buena fe” sueña con ser partícipe en un
gobierno de coalición –pedido por el expresidente de Brasil, Lula Da Silva– y
está dispuesta a bajarse los pantalones impidiendo: 1) que el gobierno
norteamericano aplique las sanciones previstas contra Venezuela –anunciadas por
el secretario de Estado, John Kerry–, mientras se mantenga el diálogo del
gobierno con la oposición. 2) Esa oposición ha terminado por reconocer a Nicolás
Maduro como presidente de la República, después de que en abril de 2013 ellos
mismos denunciaran el fraude electoral. 3) Retrasar las acciones pacíficas en
gran parte del sector militar para lograr lo más pronto posible un gobierno de
transición.
Pronunciamientos
La situación actual recuerda el 11 de abril, cuando comenzaron a pronunciarse
contra el régimen de Hugo Chávez un grupo de militares muy representativos. El
primero fue el entonces inspector general de la Guardia Nacional, el general
Alfonzo Martínez. Han pasado doce años, la situación en el sector militar es muy
complicada, hay divisiones, pero hay consenso en que los cubanos tienen que
abandonar el país. Están analizando una salida militar porque la electoral, con
todas las instituciones secuestradas por los cubanos no es factible y con las
mismas autoridades volverían a obtener la mayoría. Según nuestras fuentes, hay
conversaciones sobre una transición constitucional de militares venezolanos y
estadounidenses que han sido facilitadas a través de sus pares colombianos.
Hay mucho más de treinta militares presos como lo señaló José Vicente Rangel;
han relevado muchos comandantes de guarnición, aunque las siguen controlando.
Todo lo planificado por militares descontentos y que hemos venido reseñando en
otras columnas sigue su curso: “Estamos trabajando preparando una acción
militar. La Fuerza Aérea, la Armada, gran parte del Ejército y ahora la Guardia
Nacional, que mandó su mensaje con el capitán Juan Carlos Caguaripano Scott,
quien recalcó el rechazo de los militares a la presencia cubana. Esto tendrá una
salida militar, vamos por el mismo camino de Ucrania y hay que recordar que
antes de que el presidente ucraniano saliera huyendo para Rusia, los militares
le juraban lealtad, pero al día siguiente lo andaban buscando para entregarlo a
la justicia. Después de los militares medios que son comandantes de tropa,
vendrá el pronunciamiento de un mayor hasta que se pronuncie un general. Eso
quiere decir que los militares comenzaron a perder el miedo”.
Tic tac
Según fuentes de inteligencia, los Castro están recibiendo a los distintos
candidatos chavistas a suceder a Maduro. El primero en buscar la bendición fue
Argenis Chávez, que dice ser el perfecto sucesor de su hermano por su gran
parecido físico, además de ser poeta y cantante como el difunto. La segunda fue
María Gabriela y el tercero, Diosdado, que mandó a su hija a cantar a Cuba. Sin
embargo, lo que están evaluando los hermanos Castro es un futuro gobierno de
coalición, como única salida de supervivencia para el gobierno de Nicolás Maduro
La salida...militar
Marianella Salazar
El Nacional. Caracas, 7 de mayo de 2014