Hit Parade del “diálogo”
PEDRO LLORENS
El Nacional. Caracas, 13 de abril de 2014Bigotón tiene un programa de radio que transmite por Venezolana de Televisión y todas sus repetidoras oficiales, quizá para que se le vean los potentes audífonos de radiodifusor que probablemente lo hacen sentir todo un veterano narrador como Marco Antonio “Musiú” Lacavalerie o un locutor polifónico como Juan Manuel “Fulchola” La Guardia, lo que no estaría mal para alguien que hasta ahora solo se ha dedicado a imitar exclusivamente al pésimo crooner Corazón de mi Patria…
El colmo del Bigotón por radio es que, como se afirma (no me consta porque ni Cilia Flores se puede calar tanto abuso en los medios de comunicación) se estén pasando videos de TV por radio, especialmente si estos ya han sido utilizados (refritos) en espacios de VTV con muy mala fama, como Zurda Konducta y otros que equivalen a esos avisos clasificados, tramposos, racistas, que ponen unas señoras que ofrecen supuestos servicios de primera: “blanca, delgada, con hermosos glúteos”, ilustrados con fotos de unos rabos que no son los suyos.
Seguimos en el aire
Bigotón inició el famoso diálogo gobierno-oposición (¿qué habrán pensado el nuncio apostólico y los cancilleres invitados?) con un total de más de tres horas de discurso, el mismo de los repartidores de amor vs los distribuidores de odio y del “gigante” que convirtió a Venezuela en potencia mundial en todos los terrenos (si no fuera por el respeto que merece su investidura, diría que el suyo es el mismo caletre que se mete Blanca Eekhout)… lo cual me hizo perder una apuesta: “¡A que comienzan a pararse los de la MUD y advierten que si la vaina es así, lo dejamos para otra ocasión!”, aunque en verdad no la perdí porque nadie me la tomó.
Los peores de la noche: después de Bigotón, por exceso de patarata, y la Eekhout con su “democracia participativa y protagónica”, el tercer puesto en el podio tiene que ser para Diosdado Cabello, a punto de ser noqueado por Henry Ramos Allup, antes de subir al ring.
El mejor sin duda fue Ramos Allup, especialmente por la forma como abordó el tema militar, y lo siguieron Julio Borges y Omar Barboza por haber desmontado el discurso tramposo de Rafael Ramírez.
Fin de la transmisión
Entre los peligros de los programas de radio está el del cuento del periodista Jesús Lossada Rondón sobre un locutor valenciano que, al finalizar su narración de los funerales de José Rafael Pocaterra, invitó a un “programa similar” (y al darse cuenta de que había metido la pata intentó corregir), “cuando muera otro ilustre escritor carabobeño”.
Ojalá el diálogo del martes no sea “similar”.