Capriles en la trampa
Editorial de DIARIO LAS AMERICAS
Diario Las Américas. Miami, 10 de abril de 2014
Atendiendo a las declaraciones de los portavoces de la MUD y del Gobierno de Nicolás Maduro, parecería que ha llegado el momento de la negociación para resolver el enfrentamiento que asola el país desde hace dos meses.
Esta reflexión podría servir para un país con una sólida estructura democrática pero lamentablemente no es el caso de la Venezuela chavista.
En primer lugar, los mismos estudiantes de donde nace la espontánea protesta no han dado su apoyo expreso a los miembros de la MUD para representarles en un diálogo.
Tampoco María Corina Machado se ha sumado a la iniciativa por este motivo y porque considera que mientras muchos de esos estudiantes estén encarcelados -al igual que el preso político Leopoldo López- no hay nada que hablar.
El problema de sentarse a negociar con el chavismo es que de entrada se le estaría dando legitimidad a un régimen que hace tiempo dejó atrás la más mínima estética democrática para convertirse en un sistema represor donde no existe libertad de expresión y donde no se respetan los derechos humanos.
Nos produce una profunda decepción que Henrique Capriles haya caído en la trampa de Maduro y se haya prestado a sentarse a la mesa tras escuchar los cantos de sirena de Lula Da Silva que ha alabado su figura como “el menos radical” de los opositores.
Aunque Capriles haya anticipado que será implacable en la negociación, es comprensible que Leopoldo López se sintiera traicionado.
Mientras Capriles se convierte en actor de la pantomima fabricada por Maduro en colaboración con sus aliados de Unasur, López paga en una celda por el único delito de pedir algo tan básico como libertad y comida para los venezolanos.
Se ha pedido la mediación del Vaticano pero ni siquiera eso puede hacernos olvidar que Venezuela hace tiempo que dejó de disfrutar de un sistema democrático.