La falsificación, el engaño, la perversión encabezan los rasgos de estos tiempos, los más duros, difíciles y complejos de lo que se conoce como período republicano.
Desde un inicio la “revolución pacífica pero armada” hizo de la confrontación su arma principal. Hoy se ratifica esta práctica excluyente. El régimen ve necesario aumentar la polarización entre los buenos de la revolución bonita y los escuálidos, monstruos, pelucones, imperialistas y traidores.
Por esto, cuando Obama emite su decreto calificando este ex país como una amenaza para el imperio, se arma una alharaca de crecientes decibeles destinada a aturdir, atemorizar e inmovilizar al enemigo interno y externo. El operativo publicitario antiimperio tiene como uno de sus puntales la recolección de 10 millones de firmas, por la derogatoria del instrumento que se considera previo a una invasión.
En las listas-firmas están los dispuestos a defender hasta morir la patria y la revolución. Los no firmantes son apátridas, realistas que deben ser derrotados y pisoteados.
Pero ninguna de las partes explica la situación. Para Obama el decreto es necesario, inevitable y punto. Para Maduro es obligado rechazar la agresión yanqui.
No se examina en el contexto del conflicto entre Rusia y EEUU por lo actuado en Ucrania ni el posible acuerdo entre EEUU e Irán sobre el uso de armas nucleares y por la postergación de una confrontación bélica mayor. ¿Y en qué puede favorecer este ex país a los enfrentados al imperio norteamericano?
Esto no se clarifica. Al contrario. Con el bullicio de las firmas y otros eventos se incide en términos de manipulación en asuntos como el electoral. Por ello, todo aquel que sienta la amenaza de invasión sabrá qué hacer. La patria se defiende con lista-firmas Tascón, que serán votos fraude AN, pero también con armas y para ello está aquí una alta misión militar rusa que vino a defender el socialismo siglo XXI.
¿Y cuál es el sentido de pedirle a Obama, a quien mandaron a lavarse ese paltó con creolina, que derogue su decreto ya? ¿Con esa derogación pasaría al olvido toda intervención?
Si firmo soy patriota y si no paso a ser un despreciable esperpento. Este es el examen que hace esta dictadura socialista militar-policial-civil de este cuadro. ¡Sancho, y mientras la aliada Cuba acuerda con el imperio, este ex país se prepara para derrotarlo!
Agustín Blanco Muñoz
Patriotas firmantes
Ultimas Noticias. Caracas, 28 de marzo de 2015